En la literatura científica existen pocas referencias respecto al estudio de cómo la salud mental impacta el éxito laboral. Una aportación importante en este sentido la constituye el trabajo realizado por cuatro investigadores de la Universidad de Harvard, la Universidad de Calgary y la Universidad de Washington [1].

Fuente de la imagen: PIXABAY.

Uno de los enfoques más interesantes y valiosos de este trabajo es el tratar de diferenciar resultados por grupo étnico. Como sabemos, Estados Unidos es una sociedad en donde las minorías representan porcentajes importantes de la población, de modo que el impacto social y económico de su presencia dista de ser simbólico.

Contrario a lo que pudiera desearse, no existe demasiada información detallada, amplia y de calidad sobre aspectos relacionados a la salud mental y su impacto en el desempeño laboral para las minorías importantes de Estados Unidos. Dentro de las bases de datos que aportan información al respecto, el estudio revisa la National Latino and Asian American Study (NLAAS), que a diferencia de otros estudios recoge información tanto de las minorías que dominan el inglés como de aquellas que no lo dominan y que necesitan ser entrevistadas en su idioma natal para aportar información de su situación personal y laboral en Estados Unidos.

Dentro de las complicaciones a las que estudios como este se deben enfrentar está la mezcla de efectos. Es decir, el estudio trata de medir el efecto directo de los desórdenes psiquiátricos sobre el desempeño en el mercado laboral sin mezclar el efecto que pudiera tener a su vez la discriminación sobre este mismo desempeño. Una segunda complicación a solventar es el problema de endogeneidad, que se refiere al hecho de que en la práctica la causalidad puede ir en los dos sentidos. Es decir, los desórdenes psiquiátricos afectan el desempeño laboral, pero a su vez lo que ocurre en el entorno y la experiencia laboral puede también afectar la salud mental de las personas.

En este estudio se desarrollan varias versiones de modelos probabilísticos que buscan medir el efecto sobre el desempeño laboral de desórdenes psiquiatricos recientes, y también el efecto de desórdenes psiquiátricos anteriores al año de estudio. En este último caso se trata de captar el impacto temprano que dichos desórdenes pudieran tener en el éxito laboral de las personas.

Los resultados muestran que para los varones latinos una afectación psiquiátrica durante el año de estudio se traduce en una caída de 10% en la probabilidad de estar empleado. Por otro lado, entre los varones latinos que se encuentran empleados el estudio detecta cierto aumento en la probabilidad de tener una ausencia laboral en el último mes si es que se tiene una afectación psiquiátrica reciente. Los resultados en la mujeres latinas son similares a los de los varones, aunque un poco mayores y más robustos estaísticamente.

Por otro lado, este estudio hace una distinción entre estar desempleado y estar fuera de la fuerza laboral. Básicamente, en el primer caso se hace referencia a personas que no se encuentran empleadas pero se mantienen buscando una oportunidad de trabajo, mientras que en el segundo se circunscriben personas que se encuentran sin una oportunidad de trabajo y no están buscando activamente incorporarse al mercado laboral. En este sentido, una afectación psiquiátrica entre varones latinos tiende un poco más a sacarlos de la fuerza laborar que a dejarlos desempleados, mientras que en el caso de los varones asiáticos se observa un efecto inverso, es decir, una afectación psiquiátrica tiende a a dejarlos desempleados más que a sacarlos completamente de la fuerza laboral. Una posible explicación a esta diferencia radica en el hecho de que es un mucho mayor porcentaje de varones asiáticos quienes cuentan con un título universitario, particularmente en áreas de ciencias y computación, que el porcentaje observado entre los varones latinos.