Como lo mencionamos previamente,
la curva de Lorenz contituye
una representación gráfica del nivel de desigualdad existente en una
economía. El índice de Gini es una de las herramientas con las que se
puede calcular una representación numérica para dicha desigualdad.
Tanto para construir la Curva de Lorenz,
como para calcular el Índice
de Gini, es
necesario ordenar a la población de menor a mayor ingreso.
Si por ejemplo, dividimos a la población
en 10 partes iguales, la primera
de esas partes es el decil más pobre, y la
décima, el más rico.
Una repartición perfectamente equitativa del ingreso implica que
progresivamente acumulamos siempre el mismo porcentaje de
población y de ingreso. Si acumulamos, por ejemplo, el 50% de las
familias, debemos acumular
el 50% del ingreso para que exista
una distribución equitativa del ingreso;
si acumulamos 80% de las
familias, debemos acumular
el 80% del ingreso; y así sucesivamente.
El ingreso acumulado que refleja una distribución perfectamente
equitativa del ingreso, es a lo que de manera intuitiva podemos
identificar como acumulado ideal.
La distancia entre el ingreso acumulado realmente observado, y
el ingreso acumulado ideal, constituye
un "faltante" que es
importante contabilizar.
El cálculo del Índice de Gini se puede ver
como una proporción numérica en donde la suma de los faltantes
ocupa el lugar del numerador, mientras que la suma de los
acumulados ideales ocupará el lugar del denominador.
Esto implica que a mayor inequidad en la distribución del ingreso,
los faltantes serán más grandes y la suma en el numerador del
Índice de Gini será mayor. Consecuentemente, el Índice de Gini
será mayor, a mayor desigualdad en la distribución del ingreso
exista dentro de una economía.
El Índice de Gini puede tomar
valores entre 0 - nula desigualdad ó
nula concentración del ingreso-, y 1 - total desigualdad o total
concentración del ingreso- . Un Índice de
Gini = 0 implica que
existe una perfecta equidad en la
distribución del ingreso y que
no hay faltantes.
Por otro lado, un Índice de Gini = 1 implica
una total concentración del ingreso,
es decir, en este caso los
faltantes son "todos los que se pueden contabilizar". Decir
en un caso extremo como Gini = 1, que "una sola familia acumula
todo el ingreso" mientras que el resto de las familias no acumula
ningún ingreso, no es tan apropiado como indicar que un decil
- en este caso el más alto- acumula todo el ingreso, y el resto
de los deciles nada. Esto último si es que dividimos a las familias
en deciles de ingreso, pero si dividimos a las familias en 5 partes
iguales - quintiles-, la interpretación conserva el mismo sentido;
un Índice de Gini igual a 1 implicaría
que el quintil más rico acumula
todo el ingreso, mientras que el resto de los quintiles no
acumula nada.
Datos para México.
Los primeros datos posteriores al impacto de la pandemia
reflejan que la desigualdad pudo haber disminuido de
2018 a 2020.
Datos de CONEVAL publicados por INEGI
refieren que el índice de Gini del ingreso disponible de los
hogares per cápita
pasó de 0.457 a 0.450 en ese período. [2]
Es posible que los programas de transferencias monetarias
puestos en marcha por el Gobierno de México a partir de
2018 tengan una influencia determinante en este hecho,
aunque no se puede determinar a priori si estos índices
seguirán una tendencia estable a la baja o no.
El cambio en el Índice de Gini tiende a ser
lento en el tiempo ,
debido a que éste responde a factores económicos y sociales
estructurales . Con información de INEGI,
Oxfam señaló que 31 millones de personas
- más de la mitad de la población ocupada-, están en la
informalidad , y que
37% de las personas con un empleo no puede
comprar la canasta alimentaria con sus ingresos laborales. [3]